Los pilares de la eficacia en la empresa avícola

La conformación y dinámica de la empresa avícola en mucho se asemeja a la de una cadena de acero. En la cadena la fortaleza del conjunto depende, integralmente, de la resistencia de cada eslabón y de como él se une a los demás y con ellos interactúa. En la empresa, donde su fortaleza depende de la tenacidad de cada área y de como ella interactúa con las demás en la consecución de los objetivos, el éxito de la faena depende de la interacción de 3 áreas claves – Campo, Matadero y Mantenimiento.

La industria avícola, en todo el mundo, es una actividad económica de pequeños márgenes, que, inserta en un mercado altamente competitivo, tiene la diferencia entre el éxito y el fracaso del negocio medida en gramos que se preservan o más bien se pierden. Por ello, las empresas emprenden un incansablemente y constante esfuerzo para tener optimizadas todas sus operaciones, a fin de extraer de cada una el máximo potencial al menor costo posible, asegurando, de esta forma, la competitividad de los productos y el resultado económico del negocio. En otras palabras, para sobrevivir y crecer, ¡la empresa habrá que ser eficaz en todos los eslabones de la cadena! Del matadero, por ser parte de ella, se le exige lo mismo.

La eficacia de la faena no es el producto del esfuerzo solitario del equipo del matadero, sino que del trabajo individual, y al mismo tiempo conjunto, de tres áreas clave – Campo, Matadero y Mantenimiento. Por ello, una empresa avícola nunca será eficaz si el Campo envía a la faena un pollo que cumple todas las especificaciones y el Matadero está orientado hacia la calidad, rendimiento, inocuidad y costos, pero el Mantenimiento no garantiza la confiabilidad de la maquinaria.

De modo análogo, si el pollo enviado cumple las exigencias del matadero y el mantenimiento hace de las maquinas “relojes suizos”, pero el equipo de planta no trabaja por la calidad, rendimiento, inocuidad y costos, la faena resultará ineficaz. O aún, disponer de un equipo de planta orientado por la calidad, rendimiento, inocuidad y costos, y un equipo de mantenimiento que asegura el funcionamiento preciso e ininterrumpido de las maquinas, pero recibir un pollo fuera de las especificaciones, no permitirá a la faena ser eficaz.

Todavía, mientras se exige de las tres áreas el comprometimiento igualitario con la eficacia de la faena y una interacción armónica y continua que permita asegurarla, no puede quedarse olvidado que el Matadero es la actividad estratégica y céntrica de la compañía y alrededor de lo cual todas las demás áreas “gravitan”. En dicho contexto, las tres áreas deben organizarse, ahora, según la dinámica de proveedor-cliente, en el que el Campo y el Mantenimiento son los proveedores internos de materia prima y servicios, respectivamente, y el Matadero su cliente interno. Por su papel, es hacia el Matadero, entonces, que los esfuerzos deben apuntar, a fin de tener el cliente interno satisfecho en sus necesidades diarias, la única forma de garantizar la eficacia de la faena.

Fuente: avicultura.info

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